viernes, 14 de noviembre de 2008

El azucar y su dulsura

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Actualmente, la mayor parte del azúcar que se vende como azúcar negra es simplemente azúcar blanco al que se le ha añadido extracto de melaza, que le otorga su color y sabor particular.

Todas las personas tienen una apetencia innata por lo dulce. Pero no ha sido siempre tan fácil satisfacerla, como lo es desde hace unos doscientos años, cuando se inventó el azúcar. Hasta entonces, todos aquellos que deseaban tener el placer de paladear algo dulce solo disponían de dos opciones: tomar miel o frutas frescas, o mejor aún, desecadas.

Los azúcares son sustancias que naturalmente forman parte de la composición de las plantas superiores y de la leche, y que se extraen de ellas para su consumo alimentario o como aditivos. El término azúcar común, o simplemente azúcar, se refiere al producto blanco y refinado que se extrae de la caña de azúcar y de la remolacha azucarera basicamente, compuesto casi exclusivamente por sacarosa. La sacarosa es un disacárido (hidrato de carbono sencillo) compuesto por una molécula de glucosa y otra de fructosa.

La auténtica azúcar negra

Actualmente, la mayor parte del azúcar que se vende como azúcar moreno es simplemente azúcar blanco (refinado) al que se le ha añadido extracto de melaza. Este le otorga su color y sabor particular, así como ínfimas cantidades de vitaminas y minerales que, desde el punto de vista nutricional, no tienen importancia, ya que serían necesarios consumos desmesurados de azúcar moreno para que estos otros componentes se ingirieran en cantidades relevantes.

En el proceso de refinamiento, el alimento es separado en sus partes componentes, con lo que se desechan algunos de sus nutrientes complementarios. Es una práctica que cada vez está más extendida en la industria de alimentos, tales como el arroz, el pan, la pasta, etc.

Por tanto, el azúcar moreno que se comercializa es muy inferior a la melaza en cuanto a contenido mineral, y su valor nutritivo es tan solo ligeramente superior al del azúcar común.

El auténtico azúcar moreno es el llamado azúcar crudo, que se obtiene por cristalización del jugo de caña de azúcar sin procesar ni refinar, y entonces se lo puede calificar de azúcar integral con toda propiedad. Cuando está minimamente refinado con el fin de eliminar las impurezas y la suciedad, se le llama azúcar turbinado. Ambos son ricos en minerales, aunque no tanto como la melaza.

Por tanto, la elección de uno u otro tipo de azúcar para el consumo debe depender únicamente del gusto personal del consumidor y no tanto de unas virtudes nutricionales, en este caso, exageradas.

La Melaza

Procede de la fermentación de cereales; es de sabor dulce y un producto rico en vitaminas y minerales. La melaza es el producto de la fermentación de cereales, concretamente del maíz y de la cebada.

La fermentación de un alimento mejora su digestibilidad y su valor nutritivo, ya que los microorganismos responsables del proceso (levaduras, mohos...); transforman los compuestos complejos del alimento tales como: hidratos de carbono o glúcidos, proteínas y grasas, en azúcares sencillos, aminoácidos y ácidos grasos libres respectivamente, más fáciles de asimilar por parte de nuestro organismo. Además, durante este proceso, los microorganismos también sintetizan vitaminas.

Se trata, por tanto, de un complemento de alto valor nutritivo, rico en diversas vitaminas y minerales (vitaminas del grupo B, potasio, calcio, ácido fosfórico, hierro, cobre, magnesio...). 
Al ser la materia prima un alimento rico en hidratos de carbono (harina de maíz, cebada), se trata de un producto con valor calórico importante, por lo que se ha de hacer un consumo razonable y moderado. Combina bien con pan o totadas o galletas e incluso en preparaciones con frutas.
Como resulta tan fácil su digestión, es interesante tenerlo en cuenta como complemento dietético para personas con el aparato digestivo especialmente sensible; ancianos, convalecientes, etc.

Por su alto aporte de hidratos de carbono, es un buen complemento para aquellas personas que realizan trabajos físicos y mentales intensos o para deportistas, etc.
Suele presentarse en tarros de 500 a 1.000 gramos. 
Debe conservarse alejado de la luz directa del sol y en lugar fresco y seco.

El azúcar blanco

La principal función de tan dulce materia es proporcionar al cerebro y al músculo la energía que necesitan.

El azúcar común es un producto que contiene alrededor del 99% de sacarosa y se obtiene industrialmente de la caña de azúcar y de la remolacha azucarera. También existen otras plantas sacarinas como el maíz dulce, sorgo azucarero y palmera datilera. La sacarosa se encuentra extraordinariamente difundida en la naturaleza, sobre todo en las plantas verdes, hojas y tallos (caña de azúcar, maíz dulce...), en frutos y semillas (frutas frescas, calabaza, algarroba, piña, coco, castañas...) y en raíces y rizomas (boniato, cebolla, remolacha azucarera, patata...). La sacarosa destaca por su sabor especialmente agradable, aún a altas concentraciones y se utiliza como edulcorante de infusiones, bebidas refrescantes, caramelos y pastelería en general.

Valor nutricional:

El azúcar sólo aporta energía, en concreto proporciona unas 4 calorías por gramo. El grado de refinado para la obtención del azúcar es tan elevado que sólo contiene sacarosa y ningún otro nutriente. Así, podemos afirmar que sólo aporta energía afirmando que son "calorías vacías".

Ventajas e incovenientes de su consumo

Para que una dieta sea equilibrada, del total de calorías que necesita el organismo, entre un 55 y un 60 por ciento deben consumirse en forma de hidratos de carbono (cereales, patatas, legumbres y azúcares) y, de esta cantidad, el 10 por ciento de calorías pueden provenir del consumo de azúcar de adición o de otros alimentos dulces. Esto significa que para una dieta de 2.000 calorías, una ingesta de 50 gramos diarios de azúcar es adecuada.
La principal función de tan dulce materia es proporcionar al organismo la energía que necesita para el funcionamiento de los diferentes órganos como el cerebro y los músculos. En concreto, un órgano tan pequeño como el cerebro es responsable del 20 por ciento del consumo energético, utilizando la glucosa como única fuente de energía. Pero, además del cerebro, todos los tejidos del organismo necesitan glucosa. Si ésta desciende, el organismo empieza a sufrir ciertos trastornos: debilidad, temblores, torpeza mental y hasta desmayos o hipoglucemias.

Por el contrario, un consumo excesivo este alimento aporta muchas calorías (energía) favoreciendo la aparición y desarrollo de sobrepeso y obesidad, caries (la sacarosa es el edulcorante más cariogénico), e incluso, en personas predispuestas genéticamente el desarrollo de diabetes tipo II (diabetes no dependiente de insulina), y además puede contribuir a la obesidad que normalmente acompaña a este tipo de diabetes.

Criterios de calidad en la compra, manipulación e higiene: Este alimento raramente sufre el ataque microbiano si está adecuadamente preparado, elaborado y conservado, aunque es posible el crecimiento de algunos microorganismos, sobre todo en la superficie si se almacena en condiciones extremadamente altas de humedad. Para evitar esta situación, es preciso que tanto en el punto de venta como en casa, se encuentre en envases perfectamente cerrados para evitar su exposición al aire húmedo.

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